miércoles, 22 de noviembre de 2017

¿Parto o Cesárea?

Hola mamás y futuras mamás
Una de las dudas que surgen en la etapa final del embarazo es justamente la vía de nacimiento. Se comienzan a escuchar de diversas experiencias lo relacionado a un nacimiento por parto o cesárea.
Existen muchas cosas que se dicen al respecto. En general creo que a veces por desconocimiento se cree que la cesárea es más segura para el bebé y el parto es más seguro para la mamá. Pero no es así, la mayoría de las veces las peores complicaciones las tenemos al realizar una cesárea que al atender un parto.
En realidad existen pocas condiciones en las cuales no tenemos otra alternativa que la cesárea para la atención del nacimiento del bebé, estas condiciones (por mencionar las de mayor frecuencia) son: que el bebé venga sentado, que sean dos o más fetos (bajo ciertas circunstancias puede ser parto en un gemelar), que la mamá tenga ya dos cesáreas anteriores, que tenga antecedente de una cirugía de útero (al quitar previamente los miomas), complicaciones como hipertensión durante el embarazo o bien que existan alteraciones en la inserción de la placenta. Pero como pueden ver, en todos estos ejemplos, estas condiciones se identifican antes de que la mujer llegue a tener un trabajo de parto y es bajo estas circunstancias específicas que se puede programar la cesárea por el mayor beneficio que representa en lugar del parto.
Ahora, en la mayoría de los embarazos (sobretodo si es el primer embarazo) se puede hacer lo que conocemos como "prueba de trabajo de parto" que consiste en esperar a que la paciente tenga trabajo de parto para ver la dinámica del mismo y si va normal (que ocurre en la mayoría de las veces) se puede lograr el parto natural.
Hay problemas durante el trabajo de parto que pudieran ameritar la cesárea, pero indudablemente el diagnóstico se debe realizar durante el trabajo de parto, no antes porque se puede integrar el diagnóstico de mala manera y proponer una cesárea cuando no se necesita. Los casos más frecuentes que pueden necesitar una cesárea y que ocurren en el trabajo de parto son: desproporción cefalopélvica (decir que la mamá está estrecha), falta de progresión del trabajo de parto (aquí lo ideal es que al menos la mamá tenga 6cm para pensar que no está dilatando adecuadamente), falta de descenso de la presentación (la cabeza del bebé no está realizando los movimientos necesarios para su descenso) o el sufrimiento fetal.
Si de plano se decide la cesárea como vía de nacimiento, es mucho mejor que sea realizada muy cerca de la semana 39 de embarazo (una semana antes de la fecha estimada de nacimiento) porque es el momento en donde representa menos riesgos para tu bebé, este caso es ejemplificado cuando la mamá solicita cesárea sin ningún motivo médico, entonces al estar en buenas condiciones ella y su bebé se elige como fecha de cirugía la semana 39 para tener el menor riesgo posible para su bebé en la etapa de adaptación pulmonar (recuerda que durante su vida dentro del útero los bebés no utilizan sus pulmones, esos se los estrenan al nacer).
No olvides todos los beneficios de tener un parto en lugar de una cesárea:

  • Recuperación más rápida
  • Menor sangrado
  • Mayor posibilidad de lactancia materna
  • Mayor rapidez de realizar el APEGO
  • Menor sobrepeso al terminar la cuarentena
  • Menor riesgo para futuros embarazos
  • Los bebés tienen mejor adaptación pulmonar al nacer
Así que si no es necesario, es mejor tener un parto ¡Todas pueden lograrlo!

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